Hoy todos los caminos están rotos
por el puño cerrado de la muerte,
y las manos vacías permanecen,
y cerradas las bocas y los ojos.
Hoy flotan en el mar de los sollozos
los hombres y mujeres como peces
que, pasivos, conocen ya su suerte:
ser sólo una ola más de este mar rojo.
Y quiero caminar por quien no puede,
y levantar mi puño y mi mirada,
y ser ola de un mar muy diferente,
un mar que aunque camina lentamente
y parece que no transporta nada,
transporta el corazón de mucha gente."
Haydée Nora Gómez Hernando, Enero-Febrero de 1993
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