Con Nietzsche llega el fin de la moral del rebaño, y los valores decadentes del catolicismo y del cristianismo, que exaltan el dolor, el sufrimiento, el pathos, la compasión (más sufrimiento), valores que empequeñecen al hombre y no le dejan ejercer sus máximas posibilidades. Nietzsche nos habla de crear nuestro propio sistema de valores, no estandarizado y constreñido por una religión que nos castra las posibilidades, las infinitas posibilidades humanas (el superhombre). Recordemos su frase: "Todo lo que hay en mí es humano". Y: "El mundo real es mucho más pequeño que el de la imaginación". Atrevámonos a ir más allá, y a no ser hipócritas, conozcámonos, no nos ciñamos a normas que nos vienen desde el nacimiento IMPUESTAS (la religión) y que no nos cuestionamos siquiera.
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